Con los setenta y ocho años de existencia nos enorgullece el seguir vigentes, no sin dejar de apreciar y reconocer el destacado apoyo que continúan ofreciéndonos nuestros lectores, clientes, colaboradores y público en general.

No es casual, como no ocurre en otras facetas de la vida, esta permanencia, sino que la misma es el fruto de mucho sacrificio, esfuerzo y sobre todo seriedad en su constante empeño en brindar en sus páginas todo lo que sea menester al servicio de una información útil y actualizada teniendo en cuenta las necesidades de la sociedad en su conjunto y siempre en el marco de nuestra especifica actividad.

Hemos tratado, y creemos haberlo logrado, que nuestras columnas estuvieran al alcance de todos aquellos que quisieran, de alguna manera, contribuir a esclarecer cuestiones de orden jurídico o económico, como es el caso de atinados comentarios de autorizados tratadistas y doctrinarios, sin distinciones políticas ni religiosas.

En estos setenta y ocho años la Argentina ha atravesado por distintos avatares políticos, lo que repercute indudablemente en la esfera comercial, y a lo que no es ajena la prensa que, como grupo de presión, tiene una importante misión que alcanzar: «la verdad» y la realidad de los hechos presentados con la mayor objetividad posible.

Nuestros fundadores, Roberto Garibaldi (P) y Carlos S. Vela, a quienes recordamos permanentemente y seguimos en el ejemplo de vida que nos han dejado, se sentirían satisfechos al contemplar que el tiempo se ha encargado de corroborar las ilusiones y esperanzas que los animaron en la creación de EL ACCIONISTA. Vaya un emocionado y silencioso agradecimiento para ellos y para todos los que siguen confiando en nosotros...

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