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Buenos Aires, Jueves 27 de Abril de 2006
AÑO: LXXX | Edicion N°: 20614


Ley_19550
Ley_22315
Decreto_1493
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INFORME ECONÓMICO
PANORAMA ECONÓMICO DE ARGENTINA CONTEXTO INTERNACIONAL Los pronósticos sobre la evolución de la economía mundial son alentadores. Por un lado se proyecta un crecimiento superior al 4%, debido al crecimiento de los Estados Unidos, China e India, y a una mayor contribución que en el pasado por parte de la Unión Europea y el Japón. CONTEXTO POLITICO NACIONAL La política nacional estuvo dominada por la presencia del conflicto con el Uruguay, la inflación y las negociaciones salariales; y algunos casos de violencia.
Contexto internacional

Los pronósticos sobre la evolución de la economía mundial son alentadores. Por un lado se proyecta un crecimiento superior al 4%, debido al crecimiento de los Estados Unidos, China e India, y a una mayor contribución que en el pasado por parte de la Unión Europea y el Japón. Por el otro, la mayor estabilidad en el precio de las commodities, en particular el petróleo, ha estabilizado las expectativas sobre la evolución de la inflación. Estos factores determinan que las principales economías mantengan una política monetaria suavemente contractiva que permite inferir para los países en desarrollo, un escenario internacional más calmo a corto plazo del que se proyectaba meses atrás. De todas maneras, los países emergentes tienden a mantener políticas precautorias, que se manifiesta en la acumulación de reservas internacionales y el manejo suavemente contracíclico de las políticas fiscales, algo razonable dado que los riesgos internacionales no han desaparecido. Los dos ejemplos principales son el caso de Irán y de los persistentes conflictos en el Golfo, así como el comportamiento de algunos mercados -como el inmobiliario- frente al alza de la tasa de interés en los Estados Unidos.

n En el plano regional, el reemplazo del ministro de economía del Brasil generó ciertas suspicacias acerca de la política económica del país antes de las elecciones presidenciales, toda vez que el reemplazante se mostró hasta el momento más propenso a la reducción de las tasas de interés, y a las políticas expansivas de demanda. De todas maneras, como no se prevé un cambio fundamental en la tendencia de los últimos meses, los escenarios más probables sobre la evolución próxima de la economía incluyen bajas tasas de crecimiento y de inflación. Esto, evidentemente no es demasiado positivo para la Argentina, cuyas exportaciones tienen en Brasil un destino significativo.
Las elecciones en el Perú son el otro factor distintivo del último mes, aunque al momento de la redacción de este número sólo se conoce que el candidato Ollanta Humala, iría al ballotage muy probablemente con el ex presidente Alan García. Ambos líderes generar suspicacias en los mercados debido a sus antecedentes e ideología.

Finalmente, no se ha resuelto aún el conflicto entre el Uruguay y la Argentina sobre la instalación de plantas celulósicas sobre el Río Uruguay. Claramente, la imprudencia de los gobiernos puede llevar


a que se tomen decisiones altamente técnicas más como consecuencia de presiones sectoriales poco definidas, que como resultado del análisis legal y económico. Independientemente del derecho de los ciudadanos a expresar su repudio, y ya conocida su posición, conviene que los gobiernos logren a corto plazo un acuerdo razonable y equilibrado, luego de un estudio profundo pero expeditivo sobre el asunto. Lo que queda definir es quienes serán los artífices reales de la negociación, toda vez que se acumuló un desgaste político significativo entre los actores tradicionales, es decir, las Cancillerías y los Presidentes de ambos países.

Contexto político nacional

La política nacional estuvo dominada por la presencia del conflicto con el Uruguay, la inflación y las negociaciones salariales; y algunos casos de violencia. Por lo tanto, en sentido estricto, la política ha vuelto a ocuparse de las cuestiones cotidianas de los ciudadanos y de las relaciones con el exterior, más allá de algunas señales sobre las elecciones presidenciales del año próximo. Ni siquiera la fecha del 24 de Marzo, en memoria del golpe de estado ocurrido treinta años atrás, constituyó un tema de agenda política-partidaria.

n Entre las demás cuestiones que matizaron el mes, una de ellas fue también económica: la estatización de Aguas Argentinas. Las circunstancias legales y económicas en que se ha realizado hasta el momento la reincorporación del estado en la producción de ciertos bienes y servicios, no permiten inferir un retorno al estado empresario tal como se lo conociera hasta fines de la década de los ochenta. Sin embargo, está claro que el estado estará presente y, por lo tanto, que se profundiza el cambio de signo en las relaciones entre éste y los privados. Lo ideal sería que la actuación del estado esté centrada, según los casos, en una correcta regulación de estos mercados, actuar de manera subsidiaria al sector privado, y no reducir la eficiencia de las empresas reestatizadas como consecuencia de paradigmas de administración perimidos. El tiempo dirá cuál es el resultado de esta nueva experiencia, que todos esperamos, sea superadora.
Por último, la toma de poder de Telerman como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires también constituyó un acontecimiento político. Por una parte, formó gobierno con un conjunto de ministros que incluye personalidades de trayectoria profesional y política, tales como el ex Secretario de Hacienda de la Nación, Guillermo Nielsen, o el ex Ministro de Trabajo, Enrique Rodríguez. Por otra, el referente de la centro-derecha, Mauricio Macri, ha incorporado la figura del shadow cabinet para monitorear cada área del Gobierno de Ciudad, práctica poco común en el país pero de alta eficiencia para el mutuo control político entre oficialismo y oposición.

Política económica

Los debates sobre política económica están centrados en la sustentabilidad a mediano plazo de la política económica actual. La economía y el empleo seguirán creciendo este año y seguramente el próximo. Las preguntas que se formulan a menudo son: con qué tasa de inflación se logrará esto, y cuánto tiempo se puede mantener. De esta manera, el análisis de la sustentabilidad de la actual política económica tiende a focalizarse sobre la inflación y la tasa de inversión.
La salida de la convertibilidad conjugó factores externos e internos. Entre los primeros se destacan la fuerte liquidez internacional, que permitía tasas de interés internacionales bajas con alto crecimiento del PIB mundial; y precios crecientes de las commodities de exportación. Entre los internos, está el dólar competitivo, el superávit fiscal y la renegociación de la deuda externa. Todo esto permitió una política monetaria expansiva, que sumado al sostenimiento de un tipo de cambio real elevado, determinaron la dinámica de la demanda agregada: expansión de las exportaciones netas, aumento del gasto público y la inversión y, finalmente, recuperación del consumo privado. Este proceso generó una caída substantiva de la tasa de desempleo, en el marco de una tasa de inflación razonable para la tasa de devaluación de la moneda, y expectativas inflacionarias estáticas a partir de mediados de 2003.

Esta recuperación económica fue sustentable a partir de 2004 gracias a una serie de factores: la notable recuperación n de la tasa de inversión, en particular en el sector transable de pequeñas y medianas empresas; el superávit de cuenta corriente del balance de pagos; y el mejoramiento paulatino de los indicadores sociales. Por lo tanto, la política expansiva de la demanda agregada tuvo un pleno impacto sobre el crecimiento del PIB, y este pudo ser sostenido por más de tres años.

La política económica post-convertibilidad también contempló la política de ingreso. Aunque presente desde el primer día de la salida de la convertibilidad, la importancia de las tarifas, los salarios y las regulaciones en los mercados de bienes y servicios creció con el paso del tiempo. Evidentemente, debido al comportamiento de los precios y las expectativas inflacionarias, a partir de fines de 2004 el rol de esta política comenzó a ser gravitatorio. Las políticas monetaria y fiscal fueron menguando frente a la política de ingreso, a tal punto que todas las preguntas sobre la evolución económica del 2006 y 2007 se contestan desde los escenarios que se tengan sobre la evolución de las negociaciones de salarios y precios, y el rol del estado en los mercados de bienes y servicios, incluyendo la reestatización de algunas empresas.

En consecuencia, el país se enfrentaría a distintas posibilidades de tasas de inflación y tasas de desempleo, tanto en 2006 como en 2007. Las tasas de inflación serán más bajas si los “acuerdos de precios y salarios” dominan sobre escenarios de “expectativas de inflación creciente”. En la lógica actual, eso sería posible si el gobierno jugara más fuerte en las negociaciones. Hasta el momento, esto es efectivamente lo ocurrido: el gobierno puso un límite a los aumentos salariales, al tiempo que ha decidido profundizar su política de acuerdos de precios. Sin embargo, un error en algunos de estos frentes, y las expectativas inflacionarias se despegan. En otros términos, la economía vivirá momentos de tensión, y las mismas serán crecientes.

En esta instancia cabe remarcar que la inflación y las expectativas de inflación no están originadas ni principal ni exclusivamente en las negociaciones salariales, aun cuando estas últimas constituyen un factor importante de aquí en más. El aumento de precios es un fenómeno complejo cuya primer raíz es la recesión 1998-2001 (márgenes empresarios; desempleo); a la que se suma la devaluación del 2002 (precios relativos). Desde el año pasado estos fenómenos pueden expresarse en toda su dimensión gracias al ritmo de crecimiento económico y del empleo.

Dado que el contexto internacional mantendría su tendencia reciente, es decir, tasas de interés crecientes ante temores inflacionarios y negociaciones comerciales fragmentadas, la sustentabilidad de la política económica en 2006 y 2007 se fundamenta en la capacidad del gobierno para administrar la política de ingresos, y cómo la misma puede alterar los escenarios de mediano plazo al afectar la tasa de inversión y la inserción internacional del país. En otras palabras, no sólo preocupan los resultados de las negociaciones salariales que se está llevando a cabo -razonables hasta el momento-, los acuerdos de precios con empresas de consumo masivo; y la renegociación de los contratos de servicios públicos; sino cómo todos estos factores pueden preparar senderos de crecimiento diferentes a mediano plazo, de los cuales no todos son sustentables.

En conclusión, estamos frente a un escenario muy positivo a corto plazo que requiere, como es lógico en todo país normal, una instrumentación paulatina de cambios que permitan sostener el crecimiento a mediano plazo, toda vez que las tensiones interiores del modelo serán crecientes. De lograrlo, Argentina podría alcanzar el pleno empleo en unos tres años, con una perspectiva social nunca vista desde inicios de los años setenta.

USAL-Facultad de Ciencias Económicas

Es elaborado por un equipo de investigadores, profesores, jóvenes graduados y alumnos de la carrera de economía que integran el Taller de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del Salvador.
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